Revista

EDITORIAL

Reflexiones

Han pasado seis años desde que un grupo de entusiastas consocios reiniciamos la publicación de la revista de la Sociedad Peruana de Dermatología (SPD); reto importante en su momento, pues hubo que enfrentar opiniones e intereses que dificultaron la realización de este sueño de la dermatología nacional y hemos logrado una publicación seria, muy científica en sus artículos y responsable en sus opiniones editoriales.

Ya hemos cumplido un ciclo, estamos convencidos de que llegó el momento de ceder la posta a colegas capaces de continuar esta obra. Es por esto que pongo a disposición de la Sociedad Peruana de Dermatología, la dirección y edición de la revista con la seguridad que dentro del Comité Editorial hay consocios cuya mística hará que continúe por muchos años más su publicación manteniendo su línea que la ha llevado a ocupar el sitial de ser una publicación científica respetada.

Mi agradecimiento a quienes me acompañaron y muy en especial al Dr. Arturo Saettone León. Desde esta página, solicitó a la SPD, mantenga el formato de la revista, pues ello servirá no sólo para mantener su personalidad sino para obtener posteriores metas. Asimismo, que no varíe las secciones fijas y no disminuya en la publicación de "Hechos Societarios", "Crónicas y Calendario Científico" que rememoran los más relevantes sucesos que marcan la evolución histórica de nuestra asociación y que tiene el propósito de no ser una sociedad desmemoriada.

Sobre la SPD, debemos meditar que ha sido y es el fruto de una lucha sin fin, cuyos miembros afrontan la responsabilidad de participar en ella y con impulsos idealistas y generosos para hacer una Sociedad cada vez más fuerte transformando el sueño en realidad y no desalentándose cuando el progreso es menor que la visión de futuro.

Nadie puede desconocer, porque sería mezquino, los logros alcanzados por nuestra Sociedad en aspectos tan importantes como la actividad científica, gremial y social, así como el estructural y económico. Actualmente tiene una organización con normas y procedimientos, cuentas claras y auditables que son índice de la calidad moral de quienes han dirigido y dirigen nuestra institución.

Invoco a los dermatólogos que dejen de lado intereses personales, se unan en la sociedad científica principal y no disgreguen los esfuerzos que dan imagen de subdesarrollo, que nos disminuye como especialidad y como personas, ante la comunidad nacional e internacional. Ya no es época de caudillos o "iluminados", las grandes metas se logran por el esfuerzo corporativo. Nuestra Sociedad es el carro, si todos tiramos de él alcanzaremos la más altas cumbres; si persistimos en las divisiones contentémonos con la mediocridad.

A los que tienen el don inapreciable de la juventud espiritual, cualquiera que sea su edad, los convoco a la acción solidaria y esta no es sólo para un mañana favorable, es hoy. Alimenten su vivir con acciones generosas y no permitan que la vanidad los reclute. Alcancen el nivel de la grandeza de servir a los demás con honestidad, esto les permitirá vivir llenando su vida de sentido, abandonen esa posición cómoda y egoísta de la modernidad fruto de un materialismo incomprensible.

Es necesario que en el seno de nuestra Sociedad, que representa a la Dermatología nacional, se aúnen las voces y las acciones para prevenir el deterioro de ella y asegurar la perpetuación de su desarrollo. De la conducta que asumamos cada uno de nosotros dependerá la tranquilidad de nuestras propias conciencias al observar al final de nuestras vidas que hemos contribuido a la preservación de los valores éticos-deontológicos de una dermatología societaria, el no haber defraudado a los que nos antecedieron y el haber mantenido vivo el porvenir de ella, de la Sociedad Peruana de Dermatología, que cumple 37 años, que es nuestra, como lo es de las generaciones que nos siguen y que nos juzgarán rigurosamente.

Felicitamos a la nueva Junta Directiva, presidida por el Dr. Gadwin Sánchez Félix, y le deseamos el mejor de los éxitos. Cada vez se logran nuevas metas y las establecidas hasta hoy les exigirá a sus integrantes un mayor esfuerzo para mantener y elevar aún más el nivel alcanzado. Tengan la plena seguridad que han recibido un voto de fe en sus capacidades.

Al saludar a los dermatólogos, y médicos en general, en ocasión del nuevo siglo y desearles éxito se hace necesario reflexionar con los consocios, sobre la vinculación que nos une y la necesidad de permitir que la savia de la identidad y la sólida unidad fluya entre nosotras con sinceridad y respeto.

Dr. Luis Valdivia-Blondet
Director

VOLUMEN 10

1 2 Sup. Especial

Volumen 10, año 2000
Número 2

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