Revista

FACTORES ASOCIADOS A LA RESISTENCIA NATURAL A LA INFECCIÓN POR HIV

Rodríguez- Tafur Juan1

 

RESUMEN

El descubrimiento del receptor CD4 en los linfocitos T, como receptor de la glicoproteína gp120 de la cubierta del VIH, no explicaba porqué algunas líneas de células en cultivo eran incapaces de ser infectadas por el VIH. En la búsqueda por explicar este fenómeno se descubrió una familia de proteínas relacionadas con las proteínas G de la membrana que actúan como correceptores del VIH y que cumplen una importante misión en la patogénesis de esta infección. Estos correceptores tienen como agonistas a un grupo de citoquinas quimiotácticas denominadas quimoquinas, las cuales han demostrado su capacidad para bloquear la infección por VIH; así, este hallazgo se convierte en una estrategia esperanzadora para el futuro en la terapéutica de ésta enfermedad. En esta revisión pretendemos resumir los avances realizados en este campo de permanente renovación.

Palabras claves: correceptores del VIH, CD4, CCR5,CXCR4, quimoquinas.


SUMMARY

The discovery of the CD4 in lymphocytes T as receptor of the glycoprotein gp120 on the cover of the HIV some years ago, did not explain why some culture cellular lines were unable of being infected. In searching to explain this phenomenon a family of proteins related with the G proteins of the membrane that act as co-receptors of the HIV and that they have an important mission in the pathogenesis of this infection was discovered. These co-receptors have as agonistas a group of chemotactic cytokines denominated chemokines that have demonstrated their capacity to block the infection for HIV. This discovery becomes a strategy and a hope for the future therapy of this illness. In this revision we seek to summarize the advances carried out in this field of permanent renewal.

Keywords: co-receptors, of HIV, CD4, CCR5, CXCR4, chemokines.


Dermatol. Perú 1998; 8 (sup.1): 39-45



INTRODUCCIÓN

En 1981 se describe por primera vez el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en individuos homosexuales en San Francisco(1,2). Dos años más tarde se aisla de estos pacientes el virus denominado virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), un retrovirus al que se le se encuentra responsable de este cuadro clínico(3). En 1984, se reconoce que el VIH se une al receptor de la célula T denominado T4 o CD4+ para infectarla(4) . La principal evidencia era que los anticuerpos monoclonales dirigidos contra el receptor CD4, prevenían la infección por el VIH-1 in vitro(5-6). Además, se demostró que en la cápside viral existía una glicoproteína denominada gp120 debido a su peso molecular, la que formaba complejos inmunes con el receptor CD4(4). Posteriormente se comprobó que la transfección del gen humano del receptor CD4 a células también humanas que no expresaban este receptor, les confería susceptibilidad a la infección por el VIH-1(7). Sin embargo, siempre se reconoció que en cultivo de fibroblastos murinos la transfección del gen del CD4 no generaba susceptibilidad a la infección, lo que hacía pensar a los investigadores en la posibilidad de la existencia de otras moléculas involucradas en la infección como correceptores del VIH(7). Es así que se inicia la búsqueda de estos cofactores de infección para el VIH, y que termina con el descubrimiento de los receptores para quimoquinas, los cuales actúan como correceptores habiéndose demostrado que sus agonistas tienen capacidad para impedir la infección.


DESCUBRIMIENTO DE LAS QUIMOQUINAS Y SU RELACIÓN CON LOS CORRECEPTORES PARA EL VIH

Las quimoquinas son proteínas que actúan como mensajeros químicos entre las células del sistema inmune. Se han estudiado desde 1986 hasta la fecha y existen más de cuarenta tipos distintos de quimoquinas aisladas y caracterizadas.

Levy y col. en 1986, fueron los primeros en proponer un factor antiviral celular soluble denominado CAF (cellular antiviral factor), sintetizado por células T CD8+ y que inhibía la replicación del VIH en células infectadas(8). Esta observación se hizo en pacientes que por largo tiempo no mostraban progresión de la enfermedad, tenían altos niveles de células CD4+ y que no desarrollaban infecciones oportunistas. Fueron Yoshimura y col. en 1987 quienes lograron identificar a la interleuquina-8 a la que denominaron "factor quimiotáctico de neutrófilos derivado de monocitos humanos" o IL-8(9). En 1992, en el Tercer Simposio Internacional de Citoquinas Quimiotácticas en Baden (Alemania), se acuña el término de "quimoquinas", para este grupo de citoquinas. Luego se reconoce dos grupos principales de quimoquinas: las alfa y las beta.

Fueron Clerici y Shearer, del Instituto Nacional del Cáncer de los EE.UU., quienes en 1993 proponen que una alteración de la producción de citoquinas Th1 (inmunidad celular) pasan a producir citoquinas del tipo Th2 (inmunidad humoral), lo cual explicaría la progresión de la infección del VIH a SIDA. Las células de tipo Th1 producen IL-2 interferón gamma (IFN-g), y factor de necrosis tumoral-beta (TNF-b) encargándose de la eliminación de células infectadas, mientras las células de tipo Th2 que producen IL-4, IL-5, IL-6, IL-10, IL-13 activan la producción de anticuerpos y disminuyen la capacidad del macrófago para procesar antígenos(10). En 1995, en el Congreso del VIH y Citoquinas en Reims (Francia), se reportó que los niveles de IL-12 son más bajos en sujetos infectados por el VIH. Iniciándose ese año, en Europa y EE.UU., los estudios de fase ll para el uso clínico de la IL-12 como coadyuvante en la infección por el VIH. En ese mismo año, Cocchi, investigador del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., aisló las quimoquinas que Levy llamó CAF y les dio el nombre de RANTES (regulated on activation, normal T expressed and secreted), MIP-1a y MlP- 1b (macrophage inflammatory protein)(11).

Fueron Baier y col. en 1995, del Instituto Paul Ehrlich, quienes descubren la IL-16, una citoquina quimotáctica, que suprime la replicación del VIH, así como del VIS (virus de la inmunodeficiencia simiana)(12-13) . En 1996, Koup y Paxton, del Aaron Diamond AIDS Research Center, demostraron una resistencia al VIH relacionada con la actividad de las quimoquinas beta, RANTES, MIP-1a, y MIP-1b(11). Landau y col., del mismo centro, identificaron una proteína de membrana denominada CCR-5 como receptor del RANTES,MIP-1a y MIP-1b, demostrando además que era el correceptor más importante para el VlH -1(15).

En la XI Conferencia Internacional del SlDA en Vancouver, Levy y Gallo polemizaron sobre la identidad del CAF. Sin embargo, Levy y Yang reportaron que el CAF mantenía intacta su actividad a pesar de usar anticuerpos dirigidos contra RANTES, MlP-1a, MlP-1b demostrando que era una sustancia distinta. Cabe destacar que aún no se conoce la estructura del CAF. Landau y Kuop en 1996, demostraron la existencia de mutaciones genéticas del gen CCR5 en dos personas que fueron expuestas repetidamente al VIH, sin infectarse(16). Parmentier, de la Universidad Libre de Brusellas, publicó datos de 723 caucásicos infectados, que no presentaron mutaciones del gen CCR5(17-18). O'Brien, del Instituto Nacional del Cáncer de los EE.UU., reportó que en 1995 personas estudiadas, 11 % de ellas caucásicas y 1,7% americanos de origen africano, tenían dos copias de genes mutantes (una de cada padre) del gen CCR5 y por eso eran altamente resistentes a la infección por el VIH(19). El investigador Arenzana-Seisdedos y col. del Instituto Pasteur, usaron por primera vez una molécula RANTES sintética que bloqueaba la infección por el VIH(20). Lapham y col. de la FDA evidenciaron una asociación física entre el receptor CD4, gp120, y el receptor CXCR-4 (también denominado Fusina) en la superficie de membranas celulares(21). Cocchi y col, del Instituto de Virología Humana de la Universidad de Maryland y del Instituto Científico San Raffaele de Milán, comunicaron que la región de unión de la gp120 al receptor CCR5 se produce en la tercera asa variable (V3) de esta proteína(22). En 1997, Arvanitakis y col. de la Universidad de Cornell en New York, describieron un receptor de quimoquinas codificado por el virus herpes relacionado al sarcoma de Kaposi (HVSK), que se denominó receptor GPCR y que fue un "pirateo" de un gen celular por este virus. Ellos propusieron que este, receptor emparentado con los receptores de las quimoquinas, es inducido en la célula infectada por el HVSK usando como agonista a la IL-8, de este modo la célula se ve estimulada a proliferar permitiendo la autoperpetuación del crecimiento tumoral (acción angiogénica)(23). Finalmente, Immune Response Corporation se encuentra ensayando una vacuna terapéutica contra el VIH, que incrementa la producción celular de quimoquinas. Actualmente esta vacuna se llama Remune y se encuentra en fase de ensayos clínicos(21).


TROPISMO DEL VIH

La identificación de los receptores de quimoquinas CCR5 y CXCR4, como los principales correceptores para el VIH-1, ha permitido el entendimiento del tropismo viral y la patogénesis a nivel molecular de esta infección (Figura 1).

Ahora es posible asignar denominaciones moleculares a los virus VIH que se aislan, basados en el correceptor que estos usan para infectar células, y así explicar los fenotipos virales existentes(25-28). La necesidad de describir el fenotipo viral con precisión, es porque el VIH-1 muestra distintos tropismos celulares lo que tiene implicaciones importantes para la patogénesis viral y la progresión de la enfermedad. Generalmente, las cepas virales que se transmiten entre individuos pueden infectar a los macrófagos y principalmente a células T CD4+, pero son incapaces de reproducirse e infectar líneas celulares T transformadas(28-31). Como resultado de este defecto no forman sincitio, o sea, no tienen capacidad de fusionar células cuando crecen en células MT-2 o en otras líneas celulares comúnmente usadas. Los virus con estas propiedades se denominan con tropismo para macrófago (M-trópico) debido a su capacidad de infectar macrófagos, no inductores de sincitio (NSI) por su incapacidad para formar sincitio en líneas celulares de células T, o lento-bajo (slow low-SL) en referencia a su cinética de replicación en cultivo(31,32).

Cuatro a cinco años después de infección, las cepas del VIH-1 evolucionan en algunos individuos (aproximadamente en el 50%), convirtiéndose en capaces de infectar líneas de células T transformadas además de las células T CD4+ primarias(33,34) . Mientras el tropismo aumenta para células T, este cambio puede ser acompañado por una pérdida de la capacidad para infectar macrófagos; así las células aisladas tempranamente al inicio de la infección retienen esta propiedad y son llamadas de tropismo dual, o sea que infectan células T y macrófagos(35). Los virus capaces de infectar diversas líneas celulares T han sido denominados según sea su capacidad de presentar tropismo T o inductores de sincitio (SI), o rápido-alto (rapid-high-RH) según la nomenclatura mencionada anteriormente. La aparición de este tipo de virus esta en correlación con progresión acelerada de la enfermeda(29) . Los virus que se adaptan bien para crecer en líneas celulares transformadas por pasajes repetidos, son llamados adaptados a líneas de células T (T cell line adapted- TCLA). Estos virus TCLA muestran una gran sensibilidad para neutralizar anticuerpos antivirales y CD4 soluble.

Pagina 41 figura 1a.jpg (50068 bytes)

Figura 1. VIH codifica el gp 120, reconoce en el huésped el receptor CD4 y el correceptor CCR5

Los tres sistemas para clasificar cepas virales son problemáticos por varias razones. Por ejemplo, la designación del tropismo-M puede usarse con significado incorrecto para un virus incapaz de reproducirse en células T primarias. Igualmente, se han descrito virus con tropismo-T que mantienen la capacidad para infectar macrófagos. Los virus SI son más fusogénicos y citopáticos, los cuales no necesariamente deben crecer en cultivos primarios de células CD4+. Ahora se conoce que la designación de SI/NSI es un artefacto resultado del hecho que las líneas celulares T expresan CXCR4 pero no CCR5; las proteínas del env de los virus NSI son capaces de formar sincitio cuando se usan células que expresan CCR5. Finalmente, una complicación adicional es que los esquemas de clasificación actuales se usa a menudo como sinónimos el tropismo-M de los términos, NSI, y SL, con tropismo-T, SI, y RH. Mientras esto a veces es apropiado, hay muchos casos en los que estos términos no son sinónimos.

 

RECEPTORES DE QUIMOQUINAS Y TROPISMO VIRAL

El principal determinante del tropismo viral está a nivel de la puerta de entrada, más específicamente a nivel de la fusión del virus con la membrana celular que expresa CD4+. Esto ocurre eficazmente sólo si el correceptor apropiado está presente. Así, los virus con tropismo-M y NSI usan el CCR5 junto con el CD4 para su fusión. Se ha descubierto interacción entre la glicoproteína del env y el CCR5(36,37), y es probable que esta interacción active un cambio conformacional en el env que promueva la fusión entre las membranas virales y celulares. La importancia del receptor CCR5 en la infección por el VIH-1 in vivo fue demostrada por el hallazgo que aproximadamente 1% de los caucásicos les falta el receptor CCR5, y que éstos individuos son muy resistentes al contagio pero no completamente inmunes a infección por el VIH-1(16,19,38,39). Así, el CCR5 es el correceptor principal para la transmisión del VIH-1 in vivo. Sin embargo, mientras las células CD4+ obtenidas de individuos con CCR5 negativo son resistentes a la infección por virus que requieren de este correceptor, éstas son fácilmente infectadas por cepas del VIH que usan el receptor CXCR4(19,39-41). No está claro porqué los individuos que son CCR5 negativos son raramente infectados por virus que usan el receptor CXCR4 como puerta de entrada(42-45). Al parecer los virus que usan el receptor CXCR4 son ineficientes para infectar un huésped inocente, por razones desconocidas.

Mientras que los virus con tropismo-M y NSI usan el CCR5 para entrar a la célula, el CXCR4 es el correceptor mas usado por virus con tropismo para las células T y con fenotipo SI (inductores de sincitio)(46). Los virus que usan el receptor CCR5 para infectar, pueden evolucionar por mutación de las glicoproteínas del env y usar el receptor CXCR4 aunque no siempre usan el asa V3. A pesar de que hay menos de 20 aminoácidos de diferencia entre CCR5 y CXCR4 en sus dominios extracelulares, se conocen varias cepas del VIH que usan ambos correceptores eficazmente para entrar en la célula. El uso de CXCR4 es dependiente del primer y segundo dominio extracelular de este receptor que es considerablemente más aniónico que los mismos dominios en el CCR5(47,48). Es importante resaltar que el asa V3 del env en los virus VIH-1 con tropismo para células T, tienden a ser mas básicos aquéllos encontrados en virus que usan el CCR5 como correceptor(49,50), sugiriendo una interacción carga-carga que ayuda a involucrar a la gp120 con el CXCR4.

Los receptores CCR5 y CXCR4, no sólo han demostrado permitir la entrada del VIH sino que, por lo menos, se ha demostrado que otras nueve quimoquínas o receptores huérfanos sustentan la entrada a la célula de una o más cepas del VIH. Esto incluye a los receptores CCR2b, CCR3, CCR8, GPR1, GPR15 (BOB), STRL33 (Bonzo), US28, V28, y ChemR23(51-59). Los receptores huérfanos Bonzo (STRL33) y el BOB (GPR15), son usados tanto por el SIV como por el VIH como correceptores(52,55). Recientemente, una nueva beta-quimoquina derivada del macrófago (MDC) pudo suprimir la infección de células blancas mononucleares de sangre periférica depletadas de células CD8+ por VIH-1 aislado primariamente de cepas no inductoras de sincitio, como de cepas inductoras de sincitio y de líneas celulares T adaptadas por cultivo(60). Aunque el significado in vívo de estos correceptores alternativos no está en claro, es posible que el uso de receptores distintos que CCR5 y CXCR4 puedan tener cierta importancia en la patogénesis viral. Por ejemplo, el CCR3 es expresado en la microglía, y el uso de este receptor puede correlacionar con el neurotropismo de una cepa dada(61). Un desafío importante en este campo será el uso de estos receptores adicionales para comprender mejor la patogénesis viral.

 

CORRECEPTORES MÁS IMPORTANTES PARA EL VIH

CCR5

Se encuentra principalmente distribuido en monocitos, macrófagos, células B, y T. Este receptor pertenece a la familia de receptores de las beta quimoquinas y es una proteína unida a proteína G, con siete dominios transmembranale(62,63). Su función es ser receptor y una sustancia quimioatrayente, además es correceptor, junto con el CD4+, para algunos subtipos de VIH con tropismo para macrófagos.

CXCR4 (sinónimos: LESTR, HUMSTSR, fusina)

Se encuentra distribuido en células de la serie mieloide, linfoide, así como en epitelio y endotelio. Pertenece a la familia de los receptores de las beta quimoquinas y es una proteína que se encuentra unida a proteína G, tiene siete dominios transmembranales(64,65). Su principal función es ser receptor así como producto quimiotáctico para células T, como correceptor con el CD4+ para subtipos del VIH con tropismo para células T y formas adaptadas por cultivo en laboratorio.

CCR2

Su distribución es principalmente en monocitos, células T, células B, y basófilos. Pertenece a la familia de los receptores de las beta quimoquinas y es una proteína unida a proteína G con siete dominios transmembrana, tiene dos formas la 2a y la 2b del que CCR2b se ha caracterizado(16). Su función es ser activador y quimiotáctico de monocitos como correceptor para el VIH-1 junto con el CD4+.

CCR3

Se encuentra distribuido principalmente en eosinófilos, microglías, basófilos, dendrocitos dermales, posiblemente también se ligue a timocitos y células endoteliales. Es un receptor de la familia de las beta quimoquinas. Es una proteína unida a proteína G y presenta siete dominios transmembran(67-69). Su función es ser receptor activante y quimioatrayente. Funciona como correceptor con el CD4+ para subtipos de VIH con tropismo para macrófagos.

CCR8

Esta distribuido en macrófagos, en células Th2 y no Th1, así como en células del tejido nervioso. Pertenece a la familia de los receptores de beta quimoquinas, es una proteína unida a proteína G, y tiene siete dominios transmembrana. Cumple la función de receptor activante y quimiotactismo. Es además correceptor para subtipos de VIH con tropismo para células T, macrófagos, y dual. También se expresa en el tejido nervioso junto con CD4+. El ingreso del VIH por este receptor es fuertemente inhibido por la quimoquina I-309, interfiriendo en la fusión célula-célula(70-72).

Es importante remarcar que los correceptores del VIH, especialmente el CCR5, así como sus agonistas, las beta quimoquinas, se constituyen en una alternativa de terapia antiviral muy importante para lo futuro. Se ha obtenido por manipulación una quimoquina derivada del RANTES al truncarle a esta algunos aminoácidos, demostrando ser capaz de inhibir la replicación e infectividad del VIH-1 in vítro con pérdida de su actividad quimiotáctica(20). También se han desarrollado anticuerpos monoclonales contra CCR5, que inhiben la infección in vitro. Todavía existe muchos obstáculos para llevar estos datos experimentales a la elaboración de productos con aplicaciones terapéuticas aunque todo apunta que este campo será estratégico en el desarrollo de un tratamiento eficaz para la erradicación de esta infección.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Centers for Disease Control: Pneumocystis carinii pneumonia. Los Angeles. MMWR 1981; 30:250. «moore.html» \l "1".

2. Gottlieb MS, Schroff R, Schanker HM, y col.: Pneumocystis carinii pneumonia and mucosal candidiasis in 6 previously healthy homosexual men: evidence of a new acquired cellular immunodeficiency, N Engl J Med 1982; 305:1425-31.

3. Barre-Sinoussi F, Cherman JC, Rey F, et al. lsolation of T-lymphotropic retrovirus from a patient at risk for acquired immunodeficiency syndrome (AIDS). Science 1983; 220:868-71.

4. McDougal JS, Kennedy MS, Sligh JM, et al. Binding of HTL-VII/LAV to T4+ T cells by a complex of the viral protein and the T4 molecule. Science. 1986;231:382-5.

5. Dalgleish AG, Beverly PCL, Clapham PR, et al. The CD4 (T4) antigen is an essential component of the receptor for the AlDS retrovirus. Nature. 1984;312:763-6.

6. Klatzmann D, Champagne E, Chamaret S, et al. T-lymphocyte T4 molecule behaves as the receptor for human retrovirus LAV. Nature. 1984; 312:767-8.

7. Maddon PJ, Dalgleish AG, McDougal JS, et al. The T4 gene encodes the AIDS virus receptor and is the brain. Cell. 1986; 47:333-48.

8. Walker CM, Moody DJ, Stites DP, Levy JA. CD8+ lymphocytes can control HIV infection in vitro by suppressing virus replication. Science 1986; 234(4783):1563-6.

9. Yoshimura. T, Matsushima K, Tanaka S, et al. Purification of a human monocyte-derived neutrophil chemotactic factor that has peptide sequence similarity to other host defense cytokines. Proc Natl Acad Sci USA 1987; 84(24):9233-7,

10. Clerici M, Shearer GM,: A TH1-->TH2 switch is a critical step in the etiology of HIV infection. Immunol Today 1993; 14(3): 107-11.

11. Cocchi F, De Vico AL, Garzino Demo A, et al. Identification of RANTES, MIP-1 alpha, and MIP-1 beta as the major HIV-suppressive factors produced by CD8+ T cells. Science 1995; 270(5243): 1811-5.

12. Baier M, Werner A, Bannert N, et al. HIV suppression by interleukin-16. Nature 1995; 378(6557): 563.

13. Bannert N, Baier M, Werner A, Kurth R. Interleukin-16 or not? Nature 1996; 381(6577): 30.

14. Paxton AP, Martín SR, Tse D, et al. Relative resistance to HIV-1 infection of CD4 lymphocytes from persons who remain uninfected despite multiple high-risk sexual exposures. Nature Med. 1996; 2(4):412-7.

15. Deng H, Liu R, Ellmeier W, et al. ldentification of a major co-receptor for primary isolates of HIV-1. Nature 1996; 381(6584): 661-6.

16. Liu R, Paxton WA, Choe S, y col.: Homozygous defect in HIV-1 co-receptor accounts for resistance of some multiply-exposed individuals to HIV-1 infection. Cell 1996; 86(3): 367-77.

17. Doranz BJ, Rucker J, Yi Y, et al. A dual-tropic primary HIV-1 isolate that uses fusin and the beta-chemokine receptors CKR-5, CKR-3, and CKR-2b as fusion cofactors. Cell 1996; 85(7): 1149-58.

18. Samson M, Libert F, Doranz BJ, et al. Resistance to HIV-1 infection in caucasian individuals bearing mutant alleles of the CCR-5 chemokine receptor gen Nature 1996; 382(6593): 722-5.

19. Dean M, Carrington M, Winkler C, et al. Genetic restriction of HIV-1 infection and progression to AIDS by a deletion allele of the CKR5 structural gene. Hemophilia Growth and Development Study, Multicenter AIDS Cohort Study, Multicenter Hemophilia Cohort Study, San Francisco City Cohort, ALIVE Study. Science. 1996; 273(5283): 1856-62.

20. Arenzana-Seisdedos F, Vielizier JL, Roussel D, et al. HIV blocked by chemokine antagonist. Nature 1996; 383:400.

21. Lapham CK, Ouyang J, Chandrasekhar B. Evidence for cell-surface association between fusin and the CD4-gp complex in human cell lines. Science 1996; 274(5287):602-605.

22. Cocchi F, DeVico AL, Garzino-Demo A, et al. The V3 domain of the HIV-1 gp120 envelope glycoprotein is critical for chemokine-mediated blockade of infection. Nature Med. 1996; 2(11):1244-1247.

23. Arvanitakis L, Geras-Raaka E, Varma A, et al. Human herpesvirus KSHV encodes a constitutively active G-proteincoupled receptor linked to cell proliferation. Nature 1997; 385(6614): 347-50.

24. Moss RB, Trauger RJ, Giermakowska WK, et al. Effect of immunization with an inactivated gp20-depleted HIV-1 im-munogen on beta-chemokine and cytokine production in subjects with HIV-1 infection. J Acquir Immune Defic Syndr Hum Retrovirol 1997; 14(4): 343-50.

25. Berger EA. HIV1 entry and tropism: the chemokine receptor connection. AlDS 1997, 11 (supplement A): S3-S16.

26. Broder CC, Coliman RG. Chemokine receptors and HIV. J Leukoc Biol 1997, 62: 20-9.

27. Doms RW, Peiper SC. Unwelcomed guests with master keys how HIV uses chemokine receptors for cellular entry. Virology 1997; 235: 179-90.

28. Moore JP. Co-receptors implications for HIV pathogeneses and therapy. Science 1997; 276: 51-2.

29. Connor RI, Mohri H, Cao Y, Ho DD. Increased viral burden and cytopathicity correlate temporally with CD4+, T-lymphocyte decline and clinical progression in human immunodeficiency virus type 1-Infected individuals. J Virol 1993; 67: 1772-7.

30. Roos MT, Lange JM Coutinho RE, et al. Viral phenotype and immune response in primary human immunodeficiency virus type 1 infection. J Infect Dis 1992; 165: 427-32.

31. Schuitemaker H, Koot M, Kootstra. NA, et al. Biological phenotype of human immunodeficiency virus type 1 clones at different stages of infection: progression of disease is associated with a shift from monocytotropic to: T-cell-tropic: virus population. J Virol 1992; 66: 1354-60.

32. Fenyo EM, Morfeldt-Manson L, Chiodi F, et al. Distinct replicative and cytopathic characteristics of human immunodeficiency virus isolates. J Virol 1988; 62: 4414-9.

33. Tersmette M. Differential syncytium-inducing capacity of hu-man immunodeficiency virus isolates frequent detection of syncytium-inducing isolates in patients with acquired immunodeficiency syndrome (AIDS) and AIDS- related complex. J Virol 1988; 62: 2026-32.

34. Tersmette M, Lange JM et al. Association between biological properties of human immunodeficiency virus variants and risk for AIDS and AIDS mortality. Lancet 1989; 1: 983-5.

35. Collman R, Balliet J W, Gregory SA, et al. An infectious molecular clone of an unusual macrophage-tropic and highly cytopathic strain of human immunodeficiency virus type 1. J Virol 1992; 66: 7517-21.

36. Trkola A, Dragic T, Arthos J, et al. CD4-dependent, antibodysensitive interactions between HIV-1 and its co-receptor CCR-5. Nature 1996; 384:184-7.

37. Wu L, Gerard NP, Wyatt R, et al. CD4-induced interaction of primary HIV-1 gp 120 glycoproteins with the chemokine receptor CCR-5 (see comments). Nature 1996; 384: 179-83.

38. Michael NL, Chang G, Louie LG, et al. The role of viral phenotype and: CCR-5: gene defects in HIV-1 transmission and disease progression. Nat Med 1997; 3: 338-40.

39. Samson M, Libert F, Doranz JB, et al. Resistance to HIV-1 infection in caucasian individuals bearing mutant alleles of the CCR-5 chemokine receptor gene (see comments). Nature 1996; 382: 722-5.

40. Rana S, Besson G, Cook DG, et al. Role of CCR5 in infection of primary macrophages and lymphocytes by macrophage-tropic strains of human immunodeficiency virus: resistance to patient-derived and prototype isolates resulting from the delta ccr5 mutation. J Virol 1997; 71: 3219-27.

41. Zhang L, Carruthers CD, He T, et al. Hiv type 1 subtypes, coreceptor usage, and ccr5 polymorphism. AIDS: Res Hum Retroviruses 1997; 13: 1357-66.

42. Balotta C, Bagnarelli P, Violin M, et al. Hornozygous delta 32 deletion of the CCR-5 chemokine receptor gene in an HIV-1 -infected patient. AIDS 1997; 11: F67-71.

43. Theodorou I, Meyer L, Magierowska M, et al. HIV-1 infection in an individual homozygous for CCR5 delta 32. Seroco Study Group (letter). Lancet 1997; 349: 1219-20.

44. OBrien TR, O'Brien R, Winkler C, Dean M, Nelson JA, Carrington M, Michael NL. 2nd. HIV-1 infection in a man homozygous for : CCR5: delta 32 (letter). Lancet 1997; 349: 1219.

45. Bifi R, Ffrench R, Young J, et al. HIV-1: infection in an individual homozygous for the CCR5 deletion allele. Nature Med. 1997; 3: 252-3.

46. Feng Y,. Broder CC, Kennedy PE, et al. HIV-1 entry cofactor functional cDNA: cloning of a seven-transmembrane, G protein-coupled receptor. Science 1996; 272: 872-7.

47. Brelot A, Heveker N, Pleskoff O, et al. Role of the first and third extracellular domains of CXCR-4 in human immunodeficiency virus coreceptor activity. J Virol 1997; 71: 4744-51.

48. Lu Z, Berson JE Chen Y, et al. Evolution of HIV-1: coreceptor usage through interactions with distinct CCR5 and CXCR4 domains. Proc Natl Acad Sci USA 1997; 94: 6426-6431.

49. De Jong J, Goudsmit J, Keulen W, et al. Human immunodeficiency virus type 1 clones chimeric for the envelope V3 domain differ in syncytium formation and replication capacity, J Virol 1992; 66: 757-65.

50. Fouchier RA, Groenink M, Kootstra NA, et al. Phenotype- associated sequence variation in the third variable domain of the human immunodeficiency virus type 1 gp120 molecule. J Virol 1992; 66: 3183-7.

51. Choe H, Farzan M, Sun Y, y col.: The beta-chemokine receptors CCR3 and CCR5 facilitate infection by primary HIV-1 isolates. Cell 1996; 85: 1135-1148.

52. Deng HK, Unutmaz D, KewalRamani VN, et al. Expression cloning of new receptors used by simian and human immunodeficiency viruses. Nature 1997; 388: 296-300.

53. Doranz BJ, Rucker J, Yi Y, Smyth RJ, Samson M, et al. A dual-tropic primary HIV-1 isolate that uses fusin and the beta-chemokine receptors CKR-5,: : CKR-3, and CKR-2b: as fusion cofactors, Cell 1996; 85: 1149-58.

54. Farzan M, Choe H, Martin K, Marcon L, Hofmann W, et al. Two orphan seven-transmembrane segment receptors which are expressed in: CD4-positive: cells support simian immunodeficiency virus infection. J Exp Med. 1997; 86 405-11.

55. Liao F, Alkhatib G, Peden KW, Sharma G, Berger EA, Farber JM. STRI-33, A novel chemokine receptor-like protein, functions as a fusion cofactor for both macrophage-tropic and T cell line-tropic HIV-1. J Exp Med: 185: 2015-23, 1997.

56. Pleskoff O, Sol N, Labrosse B, Alizon M. Human immunodeficiency virus strains differ in their ability to infect CD4+ cells expressing the rat homolog of CXCR-4 (fusin). J Virol 1997a; 71: 3259-62.

57. Reeves JD, McKnight A, Potempa S, Sirnmons G, et al. CD4-independent infection by: HIV-2: (ROD/B) use of the 7-trans-membrane receptors CXCR-4, CCR-3, and V28 for entry. Virology 1997; 231: 130-4,

58. Rucker J, Edinger AL, Sharron M, Samson M, et al. Utilization of chemokine receptors, orphan receptors, and herpesvirus encoded receptors by diverse human and simian immunodeficiency viruses. J Virol 1997; 71: 8999-9007.

59. Samson M, Edinger AL, Stordeur P, et al. ChemR23, a putative chemoattractant receptor, is expressed in monocyte-derived dendritic cells and macrophages and is a coreceptor for SIV and some primary HIV-1 strains. EurJ Immunol 1998; 28(5):1689-700.

60. Pal R, Garzino-Demo A, Markham PD, et al. Inhibition of HIV-1 infection by the beta-chemokine MDC. Science 1997; 278(5338): 695-8.

61. He J, Chen Y, Farzan M, y col.: CCR3 and CCR5 are coreceptors for: HIV-1: infection of microglia. Nature 1997; 385: 645-9.

62. Samson M, Labbe O, Mollereau C, et al. Molecular cloning and functional expression of a new human CC-chemokine receptor gene. Biochemistry 1996; 35(11): 3362-7.

63. Raport CJ, Gosling J, Schweickart VL, et al. Molecular cloning and functional characterization of a novel human CC chemokine receptor (CCR5) for RANTES, MIP-1beta, and MIP-1alpha. J Biol Chem 1996; 271(29):17161-6.

64. Federsppiel B, Melhado IG, Duncan AM, et al. Molecular cloning of the cDNA and chromosomal localization of the gene for a putative seven-transmembrane segment (7-TMS) receptor isolated from human spleen. Genomics 1993; 16(3): 707-12.

65. Loetscher M, Geiser T, O'Reilly T, et al. Cloning of a human seven-transmembrane domain receptor, LESTR, that is high1y expressed in leukocytes. J Biol Chem 1994; 269(1): 232-7.

66. Charo IF, Myers SJ, Herman A, et al. Molecular cloning and functional expression of two monocyte chemoattractant protein 1 receptors reveals alternative splicing of the carboxylterminal tails. Proc Natl Acad Sci USA 1994; 91(7): 2752-6.

67. Van-Riper G, Siciliano S, Fischer PA, et al. Characterization and species distribution of high affinity GTP-coupled receptors for human rantes and monocyte chemoattractant protein 1. J Exp Med 1993; 177(3): 851-6.

68. Kitaura M, Nakajima T, Imai T, et al. Molecular cloning of human eotaxin, an eosinophil-selective CC chemokine, and identification of a specific eosinophil eotaxin receptor, CC chemokine receptor 3. J Biol Chem 1996; 2711(13): 7725-30.

69. Ponath PD, Qin S, Post TW, et al. Molecular cloning and characterization of a human eotaxin receptor expressed selectively on eosinophi1s. J Exp Med 1996; 183(6): 2437-48.

70. Zingoni A, Soto H, Hedrick JA, et al. The chemokine receptor CCR8 is preferentially expressed in Th2 but not Thl cells. J Immunol 1998; 161(2): 547-51.

71. Jinno A, Shimizu N, Soda Y, et al. ldentification of the chemokine receptor TER1/ CCR8 expressed in brain-derived cells and T cells as a new coreceptor for HIV-1 infection. Biochem Biophys Res Commun 1998; 243(2): 497-502.

72.    Samson M, Parmentier M, Rucker J, et al. The CC chemokine I-309 inhibits CCR8-dependent infection by diverse HIV-1 strains. J Biol Chem 1998; 273(1): 386-9.

VOLUMEN 8

1 Sup. Especial

Volumen 8, año 1998
Número Sup.

SUSCRÍBETE! para recibir la revista en tu correo cuando esta sea publicada en nuestra web.