Revista

TRATAMIENTO DE ROSÁCEA CON OXÍGENO 100% A PRESIÓN POSITIVA EN CÁMARA HIPOBÁRICA

Valdivia L.(1); Delgado C(2).

 

Se reporta trabajo clínico experimental realizado en pacientes con rosácea de evolución mayor de dos años y resistentes a los tratamientos convencionales, utilizando el oxígeno como fármaco en condiciones 100% de pureza, aplicado en cámara hipobárica a presión positiva en vuelo simulado a 20,000 pies de altura según curva diseñada por los autores. La máscara de vuelo sirvió como cámara hiperbárica personal a nivel local.

Se consiguió mejoría importante en todos los casos, concluyendo que el oxígeno a 100% a presión positiva y en altura es efectivo en el tratamiento de la Rosácea.

Palabras clave: Rosácea. Oxígeno terapia. Cámara Hipobárica.(Dermatol. peru. 1997; 7(2): 97-102)


SUMMARY

A clinical researching work is reported it was done in Rosacea patients with more than two years of evolution and resistant to the conventional therapy.

The hundred per cent pure oxygen with positive pressure was used as a farmacologic agent and applied in hypobaric chamber during a 20,000 feet altitude simulated flight, according to the curve designed by the authors. The flight mask was used like a local personal hyperbaric chamber.

An important improvement was gotten in all cases, concluding which the hundred per cent oxygen with positive pressure in hypobaric conditions (high altitude) is effective in the treatment of Rosacea.

Key words: Rosacea. Oxygen therapy. Hypobaric chamber.(Dermatol. peru. 1997; 7(2): 97-102).

 


Dermatol. Perú 1997; 7 (2):97-102



INTRODUCCIÓN

La Rosácea, dermatosis inflamatoria crónica que se caracteriza por la aparición de eritema, pústulas, en algunos casos telangiectasias e hipertrofia de las glándulas sebáceas, afectando a la parte media de la cara y en la que muchas veces la conjuntivas oculares aparecen congestivas y pueden producir blefaritis, conjuntivitis, queratitis, iritis y epiescleritis, produce un afeamiento notable de la cara, lo que afecta intensamente la vida de relación social de los que la padecen con sus consiguientes repercusiones psíquicas. Asimismo, hemos observado que en los casos de inicio juvenil se ha precedido de una fotodermatitis que permanece una vez establecida la Rosácea.

En esta dermatosis de patogenia no aclarada y en la que incluso se están describiendo componentes inmunológicos en su génesis(10-21) su histopatología traduce sufrimiento tisular por la fragmentacíón de la colágena y en intenso infiltrado inflamatorio linfohistiocitario que muestra. En su tratamiento se incluyen diversas terapéuticas sistémicas y locales, más cualquiera que se elija son frecuentes las recaídas durante el tratamiento a las dos o tres semanas de iniciado el mismo.

El empleo del oxígeno como terapéutica es de utilidad ampliamente comprobada y usado a presiones parciales aumentadas se ha visto que tiene acción bacteriostática e inmunológica, más sus formas de acción no son bien conocidas.

No pretendemos hacer una revisión de la patogenia y el manejo de la rosácea, ni entrar en detalles del mecanismo de acción del oxígeno en el organismo, pues ni la rosácea en su patogenia, ni los mecanismos de acción del oxígeno como fármaco son bien conocidos.

Nuestro objetivo es resaltar los efectos benéficos sobre la rosácea del oxígeno a presión en el vuelo simulado en cámara hipobárica, observación que comunicamos en el presente trabajo.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

El trabajo, se realiza en el Hospital de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) "Las Palmas", Instituto de Medicina Aeronáutica que cuenta con una cámara hipobárica para ocho (08) personas con regulador de oxígeno MD1 y los estudio clínicos e histopatológicos en el Hospital Central FAP (Fig.1).

El estudio engloba hasta el momento a siete (07) pacientes (04) varones y (03) mujeres afectos de rosácea, con edad entre los 18 años y 50 años.

Los criterios de inclusión fueron: aceptacion por parte del paciente de realizar vuelos simulados, diagnóstico clínico e hispatológico de rosácea, contar con adecuado estado de aptitud psicofísica para el tipo de vuelo a realizar, tener un tiempo de evolución de enfermedad demostrando resistencia a otros tratamientos convencionales mayores de dos años. En el caso de mujeres no estar en gestación ni en lactancia.

Los pacientes son evaluados a las dos, seis y doce semanas de tratamiento, procurando registro iconográfico al inicio y a las doce semanas de tratamiento.

El promedio de vuelos realizados por tratamiento es doce, con una frecuencia de vuelo semanal por razones de disponibilidad de la cámara.

Se diseñó el perfil de vuelo simulado para pacientes afectos de rosácea (Fig.2) en la que previa desnitrogenación y prueba de permeabilidad de trompas de Eustaquio y senos paranasales, se asciende a una altitud de 20,000 pies con un régimen de ascenso de 1,000 pies por minuto respirando oxigeno 100% en todo momento. A 20,000 pies se estabiliza el vuelo por veinte minutos, que es el tiempo promedio que demora el observador al ascender de 20,000 a 35,000 pies y regresar nuevamente a 20,000 pies en un vuelo tipo I standard de cámara hipobárica realizado a 35,000 pies. En dicho periodo se respira oxígeno a presión. El descenso se realiza respirando oxígeno 100% a un régimen de descenso de 1,000 pies por minuto.

Hasta el momento de la presente comunicación, hemos observado curación sin recidiva en tres casos. Tres (03) continúan tratamiento con mejoría notable y uno fue separado por su irregularidad en la asistencia en razón de que labora en un distrito situado a kilómetros del centro de tratamiento.

El presente trabajo de investigación clínica es fruto del estudio y aplicación de los conocimientos unidos a los dos elementos básicos de la investigación, de aplicación constante en el quehacer médico: La Observación y la Experimentación.

Es así, que basado en la experiencia de autores que sugieren la capacidad de los tejidos de absorción del oxígeno del ambiente, se elaboró la hipótesis de que con la aplicación del oxígeno al 100% a presión positiva sobre los tejidos afectos de rosácea, se podría obtener una mejoría.

En la búsqueda de una cámara útil para aplicar localmente el oxígeno a presión, sobre la superficie nasogeniana y barbilla vimos que el aditamento ya diseñado, adecuado y a nuestro alcance era la máscara de vuelo (Fig.3) que posee un reborde en su borde externo que revierte hacia su interior y que con la presión del gas forma un anillo que se adhiere a la superficie cutánea previniendo la pérdida del oxígeno. Posee además, válvulas que permiten la entrada del gas, y otra situada en la base, que es una válvula «compensadora» de exhalación, la que se abre sólo en el momento de la expiración.

La cámara hipobárica nos proporcion ó la fuente de oxígeno con regulador de la presión de salida del gas hacia la máscara.

Nuestro primer paciente fue un aerotécnico médico afecto de rosácea de ocho (08) años, de evolución y el que por la intensidad de su afección estaba limitado en cumplimiento de funciones militares. Planteadas las bases de nuestro pensamiento, tipo de tratamiento que se le iba a aplicar y aceptado por el paciente se coordinó para que laborara en el Instituto de Medicina Aeronáutica del Hospital FAP "Las Palmas", en la cámara hipobárica como observador interno en los vuelos simulados. Inicialmente, supusimos que la mejoría sólo se obtendría en el área que abarca la máscara, mas nos sorprendimos al alcanzar la curación total del paciente, la que se mantiene sin recidivas hasta el momento.

Este hecho nos animó a repetir la experiencia efectuando vuelos simulados hasta 30,000 pies de altitud previa desnitrogenación en tierra y prueba de permeabilidad de trompas. El paciente ascendía respirando oxígeno 100% a un régimen de ascenso de 2,000 pies respirando oxígeno a presión positiva y realizaba el descenso a la misma velocidad que el ascenso.

Observamos que los pacientes referían mejoría lo que era objetivable y los animaba a asistir a las sesiones a pesar de las dificultades que supone el llegar a la cámara (lejanía, dificultad de transporte, medidas de seguridad y disponibilidad). Con la base de esta breve experiencia, se diseñó la curva de vuelo simulado que se expone en «Material y Métodos» en la que se alcanza la altitud de 20,000 pies con la que se facilita la desnitrogenación y se reduce el riesgo de disbarismos y posibilita mayor absorción de oxígeno por el plasma a través del alveolo al no permitir una mayor expansión del vapor de agua. Al respirar oxígeno a presión positiva se consigue una mayor presión a nivel alveolar, suponemos suficiente para incrementar la oxigenación tisular. La altitud en alguna forma influyó favorablemente pues observamos que en ocasiones que no se pudo realizar los vuelos simulados por una serie de razones, el paciente no mejoraba tras esos períodos. Suponemos que la altitud facilita la liberación de nitrógeno y su reemplazo por oxígeno.

Estos hechos podrían objetivarse mucho mejor con mayores medios en personal y equipos que permitan mediciones precisas a distintos niveles (tisular, alveolar y de máscara) con mejores cabinas y con métodos de laboratorio que están lejos de nuestro alcance.

Las mejorías notables observadas nos animan a comunicar esta experiencia con la esperanza de que médicos que cuenten con mayor capacidad y mejores medios de investigación estudien de un modo más profundo los efectos del oxígeno en las condiciones descritas y que consigue esta acción benéfica sobre la rosácea, establezcan su validez y por que no, su aplicación en otras dermatosis de etiología infecciosa o inmunológica.

 

CONCLUSIONES

1. La utilización de oxígeno a presión positiva y en altura (20,000 pies) ha sido en nuestra experiencia útil en el tratamiento de la Rosácea resistente a los tratamientos clásicos obteniéndose óptimos resultados.

2. Los resultados alcanzados a la fecha nos estimulan para llegar a la intimidad del proceso mediante técnicas de laboratorio que gradualmente iremos alcanzando y aprovechando los reportes de investigadores sobre el uso del oxígeno como fármaco.

3.La utilidad de este tratamiento comparativamente con las formas terapéuticas clásicas presenta la ventaja de no observar recidivas hasta la fecha en los casos curados, y puede actuar como coadyuvante a los tratamientos tradicionales favoreciendo su acción.

Figura Nº 1: Cámara hipobárica Figura Nº 2: Perfil de vuelo simulado diseñado para tratamiento con oxígeno a presión positiva

Figura Nº 3: Máscara de vuelo

Figura Nº 4: Paciente con Rosácea, antes y después de 12 vuelos simulados

Figura Nº 5: Rosácea con intensa afectación ocular, antes y despues del tratamiento en cámara hipobárica.

Figura Nº 6: Paciente de 23 años tratada en Cámara Hipobárica.

 

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