Revista

INTRODUCCION

Victor H Che León
Médico Dermatólogo, Jefe del Departamento de Ayuda Diagnóstica
Hospital Víctor Lazarte Echegaray, Instituto Peruano de Seguridad Social, Trujillo-Perú

Los cánceres cutáneos son las neoplasias más comunes y su incidencia crece constantemente, siendo el carcinoma de células basales (CCB) y el carcinoma de células escamosas (CCE) los más importantes. La exposición solar prolongada con la UVB 28-320 nm (5%), que es el rango carcinogénico, es el factor de mayor importancia (80%) de los cánceres no melanoma, que emergen en las zonas de exposición al medio ambiente. Esto aumenta con la cercanía a la línea ecuatorial, afectando mayormente a los de tez blanca y en inmunocomprometidos.

 

Epidemiología del CCB y CCE

El CCB representan el 75% de los cánceres de la piel y el 25% de todos los del cuerpo; siendo afectados principalmente los blancos (99%), mostrando un ligero predominio en los varones. El 95% se encuentra entre los 40 a 79 años (62 es el promedio de edad), el 85% están situados en la cabeza y cuello (25-30% en la nariz), periocularmente, en orejas, labios, siendo raro verlos en las palmas, plantas y mucosa oral. El CCE, es el segundo en frecuencia con el 20%, predomina en los varones blancos, en la sétima década de la vida, estando el 95% localizado en la cabeza y el cuello.

 

Etiología y Patogenia

El CCB es de origen desconocido, los mayores factores predisponentes como piel clara con muchos años de exposición solar, densidad de folículos pilosebáceos, y factores genéticos, como radiación ionizante, arsénico, cicatrices e inmunodepresión.

El CCE la mayoría se desarrolla debido a una causa conocida y/o algún factor predisponente, aunque el mecanismo exacto no ha sido establecido. La radiación UVB es uno de los factores más importantes y mayor que en el CCB. La piel blanca, los carcinógenos químicos como los hidrocarburos, el papiloma virus humano, la inmunosupresión, y el envejecimiento son también significativos, sin dejar de mencionar a los rayos gamma, calor localizado, úlceras y cicatrices crónicas, y también factores genéticos, todos los citados favorecen a su génesis.

El presente estudio ha sido realizado en Trujillo, ciudad del norte peruano a 560 km al norte de Lima, a 80 grados 07 segundos latitud sur, 79 grados oeste de longitud, y a 75 pies sobre el nivel del mar. En zona subtropical con una temperatura promedio de 22 grados (16 a 26) y de clima templado y relativamente seco, presentando 6 a 7 meses soleados y los restantes parcialmente nublados. Recibe radiación solar de 17,2 MJ/m2 o 4100 k-calorfas/m2. Su población es básicamente de piel trigueña, siendo menor los de tez blanca y mucho menor los negros, los cuales están localizados en la zona del valle costeño.

 

TUMORES CUTÁNEOS EN LOS HOSPITALES VÍCTOR LAZARTE ECHEGARAY DEL IPSS Y EL HOSPITAL REGIONAL DOCENTE DEL MS, 1992-1995, TRUJILLO, PERU

Oscar Tincopa Wong
Médico Dermatólogo, Asistente del Servicio de Dermatología
Hospital Víctor Lazarte Echegaray, Instituto Peruano de Seguridad Social, Trujillo-Perú

En el presente estudio se reportan todos los tumores cutáneos registrados en los Servicios de Anatomía Patológica de los Hospitales Víctor Lazarte Echegaray del IPSS y Regional Docente del MS en el lapso de tiempo de cuatro años, desde 1992 a 1995, encontrándose 476 tumores de la piel en un total de 35 828 muestras quirúrgicas, las que corresponden a un paciente cada una, constituyendo el 1,33%. Del total de los tumores hallados, el 54,20% (258) son cánceres de piel o el 0,72% del universo estudiado, el 45,79% (218) corresponden a los tumores benignos o 0,61 % del total. En los cánceres de piel están agrupados todas las neoplasias malignas, siendo el 0,13% (113) carcinomas basocelulares (CBC) con una tasa de 315,39/100 000, y el 0,28% (101) a los carcinomas epidermoides (CE) con una tasa de 281,90/100 000, siendo su relación entre CBC y CEC de 1,11. La relación entre el sexo femenino con el masculino en los cánceres es de 1,08 y en las formas benignas es de 1,35, respectivamente.

De un total de 217 tumores benignos, el 23,96% (52) son pilomatrixomas, el 16,58% (36) dermatofibromas, el 14,28% (31) quistes de inclusión epidermal, el 11,05% (24) lipomas, mientras que el 5,52% (12) son fibromas y papilomas cada uno, constituyendo los citados los más frecuentes, con una particularidad muy nítida, que en todos ellos es el sexo femenino el que predomina salvo en los papilomas.

En la distribución de los cánceres cutáneos, se apreció que la forma basocelular fue la más frecuente con el 44,58% (113) siguiéndolo el carcinoma epidermoide con 39,76% (101), estando muy a la zaga el melanoma con 5,11% (13), sarcomas, linfomas cutáneos, con 3,14% cada uno, siendo los citados los más vistos.

Si tomáramos el carcinoma basocelular, y analizamos su distribución según su edad, hallamos que 74,20% (84) se encuentra entre los 41 a 80 años, predominando la mujer al hombre en una razón de 1,43. Su distribución anatómica del CBC es mayor en el segmento de la cabeza con 77,87% (88), siendo la pirámide nasal la más afectada con 25,66% (29), mejillas con 20,35% (23) y los párpados 16,81% (19), haciendo un total de 61,86% (71). La edad mínima hallada fue 18 y la máxima de 94 años, en las mujeres ésta varió de 34 la mínima a 94 la máxima, y el promedio de edad alcanzó 64,5 años.

En el carcinoma epidermoide, teniendo en cuenta a los grupos etáreos de mayor afectación, está los 51 a 90 años con el 78,21% (79), con un leve predominio del sexo masculino, siendo la razón de 1,06. En su distribución anatómica es el segmento de la cabeza el más afectado en el 66,34% (67), y en esta zona, son las conjuntivas oculares como los labios con el 19,40% (13) respectivamente los más comprometidos, siguiendo muy cercanamente los párpados y mejillas con el 14,92% (10) cada uno, la nariz con el 11,94% (08) entre las áreas más implicadas en nuestro estudio; la edad mínima apreciada en este grupo fue de 30 con un máximo de 95 años, en el grupo femenino este rango estuvo comprendido entre los 30 a 95 años con un promedio de 73,8 años, en el grupo masculino este rango comprendió desde los 30 hasta los 95 años con un promedio de 56,28 años.

En conclusión, los tumores benignos más observados son los pilomatrixomas y los dermatofibromas, mientras que los cánceres más frecuentes son el carcinoma basocelular seguido por el carcinoma epidermoide. La proporción entre hombre a mujer es discretamente mayor en la mujer en los turnores benignos como en el carcinoma basocelular, siendo lo contrario en el carcinoma epidermoideLa topografía más afectada, tanto en el carcinoma basocelular como en el epidermoide es el segmento de la cabeza. El grupo etáreo implicado mayormente en ambos cánceres (CBC y CE), está entre los 41 a 90 años, mientras que en la frecuencia de presentación en el segmento de la cabeza, en el CBC, fue más sobre la pirámide nasal, y en el CE fueron las conjuntivas oculares y los labios. En las tasas se encontró que tanto la del CBC y la del CEC fueron menores que las halladas en la literatura, pero el resto de rasgos no difiere significativamente de lo publicado, a pesar de que nuestra población no es blanca sino mestiza.

 

PATOLOGÍA DEL CÁNCER DE PIEL EN TRUJILLO

Pedro Albújar
Profesor Principal de Patología, Universidad Nacional La Libertad. Jefe del Servicio de Patología, Hospital de Belén
Ministerio de Salud - Trujillo

En este trabajo se presentan las observaciones epidemiológicas y anatomopatológicas del cáncer de piel en Trujillo. La información ha sido obtenida del Registro de Cáncer de Base Poblacional de Trujillo y de Tesis sobre el tema, presentadas en la Facultad de Ciencias Médicas de Trujillo.

De todos los tumores malignos de piel, el 83% fueron tumores epiteliales, 12% melanocíticos, 2% mesenquimales y 1,7% linfoides.

En el Registro de Cáncer, los carcinomas de piel se encuentran entre las cinco neoplasias malignas más frecuentes, tanto en hombres, con una tasa cruda de 4,0, como en mujeres, con una tasa cruda de 8,7. La tasa cruda de melanomas malignos es de 0,9 en hombres y 1,1 en mujeres.

El 67,4% de los carcinomas fueron del tipobasocelular, el 27,1% epidermoides, 2,2% adenocarcinomas y el 2,2% correspondieron a Enfermedad de Bowen. En la cabeza y cuello, el 78,3% fueron carcinomas basocelulares, mientras que en las extremidades el 83,3% fueron carcinomas epidermoide. En la cabeza, el carcinoma basocelular afectó con más frecuencia las regiones nasal, orbitaria, bucal. El cuero cabelludo fue más afectado por carcinoma epidermoide que por carcinoma basocelular.

De 68 casos de melanoma maligno, el 70,6% afectó las extremidades inferiores, mayormente el pie, y en éste, el área más afectada fue el talón.

 

Referencias Bibliográficas

1.Albújar P. (Ed): "El Cáncer en Trujillo", 1984-1987. Registro de Cáncer de Base Poblacional de Trujillo. Monografía N.º 1992.

2.Falcón Lizaraso, Liana: "Tumores Malignos de Piel: algunos aspectos epidemiológicos en Trujillo". Tesis Br, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Trujillo, 1990.

3.García Peralta, Elías: "Cáncer de Piel: estudio clinicopatológico". Tesis Br, Facultad de Cienclas Médicas, Universidad Nacional de Trujillo, 1990.

 

TRATAMIENTO DEL CÁNCER BASOCELULAR CON CRIOCIRUGÍA

EXPERIENCIA DE 13 AÑOS EN LA CIUDAD DE PIURA-PERU

Asterio Albines Bernal
Médico Dermatólogo Ex Jefe del Servicio de Dermatología del IPSS-Piura Representante en el Perú de la Sociedad Mundial de Criocirugía
Delegado Regional del Norte del Colegio Ibero Latino Americano de Dermatología

Piura, ciudad muy cálida ubicada en el límite con la línea de Ecuador, con gran cantidad de población indígena con hábitos populares, con trabajo rural y otro tipo de actividades, favorecen enormemente la exposición a la radiación solar.

Como sabemos, los individuos de piel clara que desde muy niños son expuestos a esta radiación son los de mayor riesgo para presentar cáncer de piel, siendo los más frecuentes los no melanocíticos, los tumores basocelulares, y espinocelulares que tienen como característica una evolución lenta y un comportamiento relativamente benigno.

Innegablemente la radiación ultravioleta es el principal factor de riesgo para el cáncer de piel. Considerándose que todo el mecanismo biológico no está totalmente esclarecido para todo los tipos de tumor.

Los CBC tienen una especial predilección por aparecer en zonas expuestas al sol, especialmente en la cara, y dentro de la región facial, la pirámide nasal tiene una serie de características que hacen que el tratamiento de esta u otras patologías tumorales revistan cierto grado de dificultad; cualquier tratamiento en cirugía dermatológica oncológica exige la total eliminación de la lesión con un margen suficiente de piel sana para garantizar que no se produzcan recidivas.

Esta exigencia hace que cuando nos referimos a la nariz y realizemos cirugfa convencional, la reconstrucción de los defectos resultantes de la extirpación de un tumor nos obligue con frecuencia, a realizar técnicas complejas como el diseño de colgajos a veces extensos, para poder obtener unos resultados funcionales y cosméticos aceptables. A su vez, estas técnicas quirúrgicas pueden requerir anestesia general, lo que permite la hospitalización del paciente y su sometimiento a riesgos anestésicos.

Un factor a tener en cuenta con mucha frecuencia es la edad, ya que este tipo de patología incide más en personas de edad avanzada, a veces afectadas de diversos procesos sistémicos que incluso, pueden contraindicar la anestesia general. Por todos estos motivos, creo que una alternativa de sumo interés puede ser el uso de la criocirugía.

 

En mi experiencia personal que data desde 1983, comencé a usar hielo, uno, dos o tres ciclos, y de congelación y descongelación, y últimamente combinado con curetaje, o rasurado o con excisión parcial con mejores resultados.

 

He tratado un amplio grupo de pacientes afectos de CBC de zonas expuestas, y la experiencia acumulada me permite afirmar que la criocirugía es una técnica de gran utilidad en esta especial lesión tumoral.

 

Referencias Bibliográficas

1.- Gloria F Graham, M. D. Director Cryosurgery 1991.

2.- José M Fenández Vosmediano Cryocirugía en CBC. Julio 1995; N.º 2.

3.- Setrag A Zacarian Cryosurgery for cancer of the skin 1985.

4.- Carlos A Kaminskin Tratamiento del CBC con Cryocirugía.

5.- Martín Dunitz Malignat Lesiones 1992.

 

LINFOMAS CUTÁNEOS EN TRUJILLO

Pedro Albújar
Profesor Principal de Patología, Universidad Nacional La Libertad
Jefe del Servicio de Patología. Hospital Belén. Ministerio de Salud

 

Los linfomas cutáneos representan el 1,7% de las neoplasias malignas de piel en Trujillo. En este trabajo se presenta las observaciones anatomopatológicas de una serie de 13 casos registrados en el Hospital Belén, 10 casos; Hospital Regional, dos casos y Centro de citopatología, un caso.

De los 13 casos, 7 fueron hombres y 6 mujeres. La edad fue mayor de 60 años en 6 casos y menor de 30 en 4 casos. Un caso fue de micosis fungoides, los restantes fueron linfomas cuya inmunotipificación está en proceso. Las lesiones se presentaron generalmente como nódulos que se ulceraron y en corto tiempo el paciente desarrolló un brote generalizado de nódulos. Un caso tuvo características clínicas e histológicas de leucemia/linfoma de células de T del adulto. El seguimiento reveló que 8 pacientes fallecieron, uno vive con enfermedad, uno vive sin enfermedad y en tres no fue posible ubicarlos.

 

Referencias Bibliográficas

1. Wood GS. "Begnin and Malignan Cutaneous Lymphoproliferative disorders" en Knowles DM (Ed) "Neoplastic Hematopathology" Williams and Wilkins 1993: 917-952.

2. McNutt NS y Chesney TM: "Cutaneous lymphoid infiltrates, benign and Malignant. U.S. and Canadian Acad Path, Short Course #1, 1994:82.

 

TRATAMIENTO DE LOS LINFOMAS CUTÁNEOS DE CÉLULAS T-LCCT

Robert Knobler
Departamento de Dermatología, Universidad de Viena, Austria

El linfoma primario de la piel más común es el linfoma cutáneo de células T (LCCT), con sus dos variantes mejor conocidas del síndrome de Sézary (SS) y la micosis fungoide (MF). Según los conocimientos actuales, se caracteriza por una proliferación clonal inicial de linfocitos T, fundamentalmente de tipo cooperador-inductor, que en su comienzo tienen afinidad por la piel y la dermis papilar.

Se han realizado avances en la metodología diagnóstica de este proceso, incluyendo técnicas biológicas que ayudan a identificar el reordenamiento clonal y la integración de provirus en el ADN. El instrumento más utilizable para establecer el pronóstico de pacientes con linfoma cutáneo de células T, continúa siendo los estadíos TNM, descritos originalmente por Bunn y Lamberg.

Además de los desafíos terapéuticos muy abiertos en esta enfermedad, el diagnóstico precoz continúa siendo un objetivo esencial, para así poder iniciar los tratamientos lo más pronto posible y mejorar el potencial de curación, o por lo menos mejorar la calidad de vida por el tiempo más largo posible. En los últimos años, el abanico de medidas terapéuticas estándar para el "LCCT" se ha incrementado en forma significativa. Desafortunadamente, ninguna de ellas tiene un efecto curativo ni ha demostrado, aparte de limitadas excepciones, poder prolongar la supervivencia en forma significante. Las mostazas nitrogenadas por vía tópica, la fotoquimioterapia con PUVA y la irradiación total con electrones siguen siendo tratamientos esenciales para las lesiones cutáneas. En estados más avanzados de la enfermedad se siguen utilizando agentes quimioterapéuticos, solos o en combinación (p. ej.: ciclofosfamida, dexorrubicina, vincristina, deoxycoformicina, fotoféresis), obteniendo tasas de respuesta por los 30%, independientemente del agente utilizado. Tratamientos que incluyen las interferonas, solas o en combinación, parecen tener mejor potencial de remisión y mejora de calidad de vida. Recientes tratamientos que incluyen cuerpos monoclonales, modificadores de la respuesta inmune y toxinas de fusión han demostrado actividad y promesa clínica en estudios de tipo piloto. Con la posibilidad de poder sintetizar péptidos antigénicos específicos para el clono maligno es posible que en un futuro no muy lejano se puedan desarrollar estrategias de tipo inmunomoduladoras de potencia curativa.

VOLUMEN 6

1-2 Especial

Volumen 6, año 1996
Número Especial

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