Revista

ENFOQUE DE LAS MICOSIS PROFUNDAS EN EL PERÚ

Carlos Galarza Manyari
Profesor de Dermatología, Facultad de Medicina de San Fernando UNMSM
Asistente del Servicio de Dermatología, Hospital Dos de Mayo

Las micosis cutáneas las podemos dividir en dos grandes grupos en primer lugar, la midosis superficiales o dermatomicosis o no invasivas, y en segundo orden, a las micosis profunda las que se dividen en micosis cutánea invasiva y las micosis sistémicas.

Las micosis cutáneas invasivas, como el caso de la esporotricosis, micetomas, cromormicosis, lobomicosis y ficomicosis (mucormicosis), resultan de la penetración directa del hongo en la epidermis, dermis y tejido celular subcutáneo viables. La diseminación se realiza por extensión contigua. En nuestro medio la esporotricosis es la más frecuente, casi siempre es cutáneo-linfático y rara vez, produce un cuadro infeccioso pulmonar primario. En cambio, las micosis sistémicas se inician con lesiones a nivel pulmonar por lo regular, y las manifestaciones clínicas pueden no sólo limitarse al pulmón, sino mas bien, reflejar la diseminación a otras vísceras como el cerebro, aparato músculo-esquelético o piel. Las manifestaciones cutáneas se deben a fenómenos alérgicos o a la diseminación hematógena del hongo hacia la piel. Dentro del grupo de las

micosis sistémicas, consideramos a la Paracoccidioidomicosis, Histoplasmosis, Blastomicosis, Coccidioldomicosis, Criptococosis, Candidiasis y Aspergilosis.

Gracias a los aportes del Dr. Oscar Romero Rivas, Jefe del Servicio Académico Asistencial de Dermatología SAAD de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se pudo recolectar de 4782 biopsias realizadas en un periodo de 10 años de 1986-1995, un total de 78 casos de micosis profundas.

La distribución geográfica de los pacientes que fueron atendidos en el Hospital Dos de Mayo se realizó en base al lugar donde ellos contrajeron la enfermedad, donde sucedió el accidente de la contaminación con el hongo, y en otros, por el antecedente epidemiológico de las áreas endémicas visitadas.

Debo destacar que las micosis profundas son poco frecuentes en nuestro medio hospitalario, pero que es muy frecuente en las zonas endémicas que ha continuación señalamos, donde se mantienen afín las condiciones ecológicas para la supervivencia del agente causal micótico. Además, las micosis profundas por tener un carácter invalidante y grave, potencialmente fatal, debe estar en el pensamiento diagnóstico de todo dermatólogo.

MICOSIS ALTITUD TEMPERATURA INDICE PLUVIOMETRICO
PARACOCCIDOIDOMICOSIS 134-2628 34-11 498-300
ESPOROTRICOSIS 890-3129 33-09 745-3000
EUMICETOMA 35-3129 34-06 04-800
CROMOMICOSIS 64-835 26-08 721-1521
LOBOMICOSIS 256 34-24 1856-2500

Micosis Profundas en el Hospital DOS DE MAYO
(1986-1995)

MICOSIS NUMERO PORCENTAJE
ESPOROTRICOSIS 30 38
PARACOCCIDIODOMICOSIS 27 34
EUMICETOMAS 10 13
CROMOMICOSIS 4 5
HISTOPLASMOSIS 03 4
CRIPTOCOCOSIS 03 4
LOBOMICOSIS 01 1
TOTAL 78 100%

ESPOROTRICOSIS

Alberto Flores
Servicio de Infectología, Clínica Grau-IPSS

La Esporotricosis es la micosis subcutánea más frecuente del Perú, cuyo agente etiológico es el Sporothrix schenckii, hongo dimórfico que se caracteriza por producir una enfermedad de carácter crónico y oligoasintomático.

En la actualidad se sigue utilizando la clasificación de Connant (1972) por ser más didáctica, y a pesar de existir la realizada por Mariat (1988).

La primera clasificación establece las formas:

A) Cutánea Fija o localizada, B) Cutánea diseminada, C) Linfocutánea y D) Extra-cutánea que incluye la forma pulmonar y visceral.

Descrito inicialmente por BR Schenck en 1898, presentándose caso latinoamericano en 1902, por Lutz y Splendore. En el Perú, el primer caso clínico documentado fue presentado por el Dr. Edmundo Escomel (1924) ocurrido en Arequipa.

Desde entonces se han publicado diversos casos, siendo muchos de ellos casos aislados en Ayacucho, Ancash, Cajamarca, Cuzco, Lima y Puno.

Sin embargo, en Apurímac y La Libertad se han hallado áreas hiperendémicas como son Abancay y Otuzco, respectivamente.

Se presenta la experiencia obtenida en el Centro Médico Santa Teresa del Obispado de Abancay, presentando 372 casos registrados desde Enero de 1986 a Diciembre de 1990, datos recogidos en forma prospectiva y el aislamiento del hongo de fuentes silvestres.

Se encontró 217 varones (58%), 231 (231) fueron menores de 15 años; el 75,5% de los casos fueron procedentes de la Ciudad de Abancay, llegándose al diagnóstico en el 100% de los casos por clínica y 94% por cultivo positivo en Agar Sabouraud. La forma clínica más frecuente fue la Linfo-cutánea (49,7%) seguida de la Cutánea fija (38,2%). La localización anatómica más frecuente fue la cara y miembros superiores con un 39,8% y 34,7% de los casos, respectivamente.

De un grupo de 283 personas evaluadas en este periodo con respecto al tratamiento, se encontró que el 38% (108) habían abandonado el tratamiento, el 45% (79) refirió efectos colaterales al loduro de Potasio, siendo la anorexia y la diarrea los más frecuentes, y recibiendo entre 15 a 44 días de tratamiento la mayoría de casos.

Para el aislamiento de fuentes naturales se seleccionaron 30 domicilios y se tomaron de 4 a 12 muestras de tierra, corteza de drbol, hojas o plantas baJas, se <<Iav6>> la muestra con una mezcla antibiótica a base de Penicilina, cloranfenicol y gentamicina, extrayéndose la interfase y cultivándose en Agar con ciclohexemide, lográndose aislar de 126 muestras, 8 con el hongo en estado silvestre y sólo 3 de estas últimas se pudieron recuperar definitivamente en subcultivos. Ninguno se recuperó en retrocultivos en ratones

VOLUMEN 6

1-2 Especial

Volumen 6, año 1996
Número Especial

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