ISSN 1028 - 7175
CONFERENCIAS MAGISTRALES
Dermatol. Perú 1998; (ed. esp.): 22-4
La Dermatopatología como especialidad
Dr. Rafael Andrade (México)
Se puede decir que la dermatopatología se inicia a fines siglo XIX, con los dos grandes maestros de la dermatología, Unna en Alemania y Darier en Francia. Desde entonces se perfila la correlación clinicopatológica como el elemento esencial para un diagnóstico preciso en dermatopatología. Se señala la importancia de la enseñanza de la dermatopatología básica en el curso de especialización en dermatología. Se presenta brevemente la enseñanza de la dermatopatología como especialidad de postgrado. Finalmente, se menciona breves consideraciones históricas en su centenario (1894 -1994).
La micología como especialidad
Dr. Roberto arenas (México)
Las manifestaciones de la presencia de hongos en la tierra son conocidas desde hace millones de años. Las primeras evidencias de enfermedades en las plantas están el Veda (1 200 a.C.). Dada su importancia, los hongos son considerados ya que hace desde algunos años en un reino aparte: Fungi. Se ha señalado entre 100 a 300 000 especies.
La era moderna de la micología médica comienza con Agostino Bassi, quien en 1821, al describir la enfermedad del gusano de seda, hizo la primera descripción de que un hongo puede ser patógeno para un animal. Es controversial el descubrimiento del primer hongo en el humano, al conocerse la existencia de estos en las escamas de un paciente con favus (Remak 1937, Schöenlein 1939). En 1941, Gruby, quien describió el algodoncillo y el Microsporum audouinii, con el hongo del favus fue el primero en reproducir una enfermedad mucho antes de los postulados de Koch. En 1910 Sabouraud publicó Les Teignes, iniciando el estudio científico y sistemático de los hongos, siendo este volumen el primer manual de micologia dermatológica. En 1920 Rhoda Benham inicia el estudio científico de la micología médica y se le considera la fundadora de la micología médica moderna.
La micología ocupa actualmente un rango comparable en amplitud e importancia a la microbiología y parasitología. Han surgido grupos multidisciplinarios en diferentes áreas como: biología molecular, ecología, epidemiología, inmunología clínica, diagnóstico de laboratorio y terapéutica.
La comprensión de las micosis y los hongos requiere del conocimieno profundo de la relación huésped-parásito. Hoy en día, la micología médica se relaciona no solo con micólogos, sino con químicos, médicos, biólogos y técnicos de laboratorio.
La micología debe ser un curso fundamental y no solo de especialistas, por lo que la educación médica en esta área tiene que cambiar. El avance en el conocimiento científico ha llevado a cambios en taxonomía, nomenclatura y conidiogénesis, y los métodos aplicables son numerosos: inmunoelectroféresis, anticuerpos monoclonales, perfiles enzimáticos, componentes de pared, hibridación de ADN, PCR y sondas.
¿Qué es lo que la dermatovenerología puede esperar del futuro?
Jean Civatte, París
La dermatología ha seguido la evolución de la medicina y se ha beneficiado del progreso de diciplinas de reciente aparición así como de nuevas técnicas. ¿Puede uno prever aquello que sucederá en el transcurso de los próximos años?
El número de dermatólogos ha aumentado en forma considerable y esto sin que exista un crecimiento proporcional de la población. La proporción de dermatólogos con respecto al número total de médicos varia de 0.5% a 2%, según el país. En nuestra especialidad, la cantidad de profesionales de sexo femenino es importante, abiendo de 30% a 60%. El número de dermatólogos parece suficiente, por lo menos en la mayoría de los países, sin embargo la repartición no es equitativa.
La enseñanza de nuestra especialidad no es uniforme: lo mismo sucede con la prática: en algunos países, la dermatología solo trata a pacientes que son enviados por el médico general, por lo menos en lo que respecta al ámbito de la Seguridad Social. La forma de remuneración de los médicos varía ya sea de forma directa o por las cajas de seguro.
Con el incremento progresivo de nuestros conocimientos, la dermatología se ha enriquecido y complicado considerablemente, donde la multiplicación de las sociedades, asociaciones, grupos de trabajo o clubes a nivel nacional e internacional se consagra a sus diversas "subespecialidades" o a la investigación pura, lo cual no hará otra cosa que acentuarse, con el riesgo de ver nuestra especialidad dividida en varias ramas.
El problema del financiamiento de los gastos de salud (comprende el ámbito dermatológico) que crecen de forma alarmante en todos los países, solo puede estar regulado a través de dos métodos: el primero, autoritado y presupuestal: el segundo, facultativo y más responsable. ¿Es que uno se dirige hacia una dermatología de "dos velocidades" mediante la cual el paciente podrá financiar o no la asistencia dermatológica que no esté cubierta por las cajas de seguro o consultar al dermatólogo de su elección sin demora? ¿Se podrá escoger entre dar preferencia a las dermatosis corrientes o dar mayor atención a las afecciones cutáneas tumorales malignas?
Algunos problemas se plantearán con mayor fuerza en los años venideros: la necesidad de ''especialistas consultores" en dermatología, la relación entre la dermatología quirúrgica y la cirugía plástica, sin mencionar la medicina estética, el incremento de las dermatosis, llamadas de civilización y iatrógenas, la relación entre dermatopatología y patología general, la dermatología preventiva con sus grandes campañas de información, el sitial de nuestra especialidad dentro de la investigación en lo referente a biología molecular y genética, la eventual necesidad de dividirse en dos ramas, una clínica y la otra biológica.
Las tecnologías actuales de comunicación y de imagen numerada son importantes en particular para la dermatología gracias a la posibilidad no solo de consultar bases de datos a nivel internacional, sino también de transmitir a distancia imágenes clínicas o histológicas y así permitir teleconferencias y teledianósticos.
Es imprescindible establecer una nomenclatura dermatológica internacional válida, asi como considerar las relaciones en lo que respecta al plan internacional, por un lado con la industria farmacéutica y por el otro, con las asociaciones de enfermos que competen a nuestra especialidad.
Los medios de lucha contra las enfermedades transmitidas a través del sexo varían de un país a otro, pero deben estar mejor encausadas y gozar de un presupuesto suficiente. ¿hasta qué punto podremos contrarrestar la infección VIH?
Todos estos problemas muestran la necesidad de armonizar las orientaciones de la dermatología no solamente a nivel continental, sino mundial. Nuestra especialidad tiene un largo camino por delante. Anteriormente ha sabido adaptarse a las circunstancias y debe poder continuar haciéndolo.
Tumores benignos y malignos por papilomavirus
Prof. Luis Alfredo Rueda P.; Colombia
Desde antiguo se sabe la existencia de gran variedad de verrugas humanas cutáneas y mucosas cuyo conocimiento avanza a partir de la demostración al microscopio electrónico de los virus que las causaban, primeramente clasificados dentro del grupo Papova. Por años se creyó que todas eran producidas por el mismo virus, pero a partir de 1972, con la correlación clinicopatológica y ultraestructural y la tipificación de distintos virus, se demostró la existencia de virus bioquímicamente diferentes y específicos para las distintas lesiones. Los más importantes son los de la epidermodisplasia verruciforme, en donde existen virus inductores de cánceres cutáneos asi como virus específicos de la mucosas inductores del cáncer de cuello uterino y otros. Ilustraremos las alteraciones histopatológicas propias de estos tumores.
Mosaicismo
Amy S. Paller, MD (EE.UU.)
GENERAL
Ejemplos de los mosaicismo funcional
No relacionados al cromosoma X : puede ser letal si se da en todas las células.
No relacionados al cromosoma X: puede conducir a desórdenes generalizados, sin embargo, la descendencia afectada sobrevive.
Referencias Bibliográficas